@bypaula_arte Paula Lammertyn, una artista nacida en Santa Fe, Argentina, ha cultivado su trayectoria en…
Descubriendo Museos MUSEO ARTE COLONIAL
Uno de las visitas más lindas en diferentes aspectos, fue haber visitado esta casa colonial del siglo XVII construida en 1720.
Perteneció a la familia noble de los condes Bayona dedicados al cultivo de la caña de azúcar.
Parte del mobiliario que se exhibe perteneció a la familia y otros elementos se han ido incorporado a través de donaciones.
Está ubicada sobre la misma plaza que alberga la Catedral de San Cristóbal de La Habana.
La información sobre la historia de la casa así como de los moradores es escasa y en algunos casos dudosa, pero la visita nos permite trasladarnos en un tiempo pasado, amén de la estética palaciega de la casa.
Pero la razón que me lleva a redactar esta nota no radica en el
museo en sí, sino en la atención que recibí de los funcionarios quienes me acompañaron durante todo el periplo dándome de sí lo mejor, con suma dedicación y humildad.
Lo que no sabían, no lo sabían y listo.
Se comienza visitando lo que fuera la cochera de la residencia, donde un carruaje y elementos inherentes a dicha actividad, cómo aperos de caballos, espuelas, así como los uniformes y distintivos que usaban el personal, en aquella época, que eran esclavos.
Allí la explicación me la dio un hombre muy mayor que ya debería de estar retirado, muy escueto en su léxico pero con mucho convencimiento y seguridad en su discurso, lo que lo transformó en un gran orador.
Los términos que usaba así como la formalidad al hablar ya no se oyen, y eso fue digno de admiración.
“En la sala donde nos encontramos ahora, podemos apreciar ciertos elementos…”, cuando su zona estaba compuesto por dos pequeñas habitaciones.
Solamente, a partir de esa experiencia, yo ya me sentía complacido y convencido de que había hecho bien en ir a dicho museo.
Salí erizado, aletargado con ganas de que el anciano me continuara guiando.
Pero en la planta alta me recibieron dos señoras con la misma atención y dedicación personalizada.
Sentí que estaba siendo atendido por las dueñas de casa.
Se trató de una instancia viajera que siempre recordaré.
Además de ello, el mobiliario, vitrales y elementos decorativos, nos brindan una buena oportunidad de acercarnos a la Cuba colonial.