Recorriendo Exposiciones CUERPO DE AGUA

Mutate es un espacio dedicado a la decoración y a la indumentaria, pero por encima de todo, Gonzalo

Massa, su director, es una persona curiosa que con una exquisita sensibilidad, donde a todo le pone su impronta personal, logra transmitir un concepto de vida.

De forma ineludible, al ingresar a su local, se percibe una energía que nos aborda, que nos hace partícipe del lugar, invitándonos al goce en su largo recorrido, tocando fibras personales que nos conducen a algo más allá que la simple observación de los objetos.

El local está plagado de múltiples detalles que poco a poco vamos descubriendo, lo que de alguna forma convierte al lugar en una puesta en escena de arte inclusivo donde la participación del visitante, espectador, es vital y hasta necesaria para el completo disfrute.

Dando un paso más adelante y continuando con su impronta creativa, Massa dedica también parte de su espacio a exponer artistas que se manifiestan a través de la fotografía.

Anoche se llevó a cabo la apertura de la exposición “Cuerpo de agua” compuesta por la participación de tres mujeres que trabajaron guiadas a partir de las miradas y sensibilidades de cada una logrando, en forma magistral, una obra común a todas.

La idea comenzó en el inverno pasado a partir de una reunión social donde las tres amigas se agolparon alrededor de un hogar encendido para disfrutar de un buen momento.

Paulatinamente luego de sucesivas reuniones generadas a partir de esa inicial inspiradora, se fue gestando un discurso colectivo que fue apropiándose de las propuestas individuales llegando a parir, término acorde al ámbito femenino, una obra producto, hija, de todas.

La muestra es el resultado de las experiencias que cada artista brindó al servicio del nuevo cuerpo artístico, mezclando fotografía, texturas, literatura e ideas pensadas en voz alta que se fueron apropiando de la circunstancia plasmándose en hojas de papel que fueron sobrevolando el lugar.

La muestra está compuesta por muy pocas fotografías acompañadas de un texto escrito con lápiz de grafo sobre la pared, conduciendo y provocando la sensibilidad del espectador que complementará con las suyas propias.

De las nimiedades de lo cotidiano, observando la naturaleza así como nuestros espacios que habitamos y a través de pequeños detalles, llegamos a captar la grandeza de nuestras vidas.

El detalle nos guía a la grandilocuencia del entorno que habitamos, que nos acoge y hace suyos.

Esta propuesta nos propone disminuir nuestro paso, nuestro andar para reparar en pequeños detalles que elevan nuestro espíritu que nos sobrevuela y hace suyos.

El término “Cuerpo de agua” alude a la grandeza de los mares, los ríos, los glaciares, todos los elementos naturales habitados por el agua donde una simple gota también contiene la misma cosmología que el resto por más diminuta que sea. Y es allí, en ese aspecto donde esta muestra hace foco: observar lo minúsculo y a partir de allí hacerse partícipe de un todo global.

Solamente así, conectado con nuestra esencia, lograremos comprender y respetar el mundo que habitamos.

El colectivo está formado por Teodelina Detry y Anita Gil quienes se expresaron a través de la fotografía, acompañadas por los conceptos filosóficos vertidos en la obra por Sofía Di Scala.

La participación de un teórico proveniente de la filosofía u otros ámbitos como puede ser la psicología entre otros, se remonta a obras gestadas a principios de siglo XX, acompañando las propuestas con textos y en algunos casos con manifiestos.

La presencia de un pensador que ordene y conduzca las ideas de un grupo, es un buen aporte que enriquece la propuesta como se da en este caso.

La muestra estuvo musicalizada por el también artista visual Juan Manuel Barrios.