Recorriendo Exposiciones EDUARDO CARDOZO

En la nochecita de ayer, en el escenario de conferencias que propició EsteArte durante su 10 Edición y en la que fuera la última de estas charlas, el equipo que conformará el envío nacional a la Bienal de Venecia, presentó la propuesta que será llevada a cabo en el pabellón de Uruguay en Giardini.

La obra de Eduardo Cardozo (Montevideo, 1965), fue la seleccionada por el equipo conformado por Ricardo Pascale,

Emma Sanguinetti, Ignacio Iturria, Leonardo Nogues, Angel Kalenberg y Luisa Pedrouzo.

Bajo el título de “Latente” haciendo alusión a lo oculto, la propuesta de Cardozo que irá acompañada por el aporte del fotógrafo Álvaro Zinno, quien se ocupará de iluminar la instalación, estará compuesta por tres elementos: un muro extraído de las paredes de su taller, un velo de gasa y una interpretación de la obra Paraíso creada por Tintoretto (Venecia,1518-1594) perteneciente a la escuela veneciana.

La idea de trasladar el muro de su taller que se llevará a cabo mediante el método del “stacco”, consiste en plasmar un compendio del escenario personal y privado del artista en el cual viene desarrollando sus pinturas.

Cardozo siempre se ha definido como pintor antes que artista y sobre ese categórico rótulo se ha desarrollado la propuesta.

Las huellas y marcas que las sucesivas obras han quedado en la pared, dan cuenta de un largo proceso creativo de mucho oficio. A través de una propuesta conceptual, Cardozo de forma magistral, plasma la base sustento de tantas obras que han sido elaboradas allí donde el registro de infinidad de pinceladas serán el motivo provocador del trabajo de este pintor con tanto oficio, quien a lo largo de su carrera nunca se ha alejado del formato pintura.

Confrontadas entre sí, las dos piezas estarán en permanente diálogo separadas por una cortina de gasa y liencillo que fueron utilizadas para arrancar la pared, que evocará el transcurrir del tiempo, retrotrayendo a la obra de Cardozo hacia el pasado, a la vez que acercando la historia de seis siglos atrás al presente.

Para su desembarco en el escenario de tantos pintores destacados a lo largo de la Historia del Arte, Cardozo quien siempre ha estado seducido e inspirado por varios de ellos, escogió la obra de llamada Paraíso la cual será reinterpretada a través de telas pegadas a un muro del pabellón.

Estás telas que estarán encoladas y con la gama de colores que usara Tintoretto, propiciarán un clima de movimiento, las cuales asistidas por la iluminación de Zinno, conformarán la instalación inmersiva que generará en los

espectadores un viaje de ida y vuelta en el tiempo.

De esta forma Cardozo se asegura un desembarco respetuoso rindiéndole homenaje a tantos pintores que conformaron varios de los destacados pintores de la Serenísima.

De forma muy atinada, si se quiere, Cardozo llega a exponer al escenario con mayor trascendencia internacional, respetando a los dueños de casa.

Seguramente el espíritu de Tintoretto así como del resto de la camarilla, le acompañarán durante los meses que durará la 60 edición de la Bienal de Venecia, que bajo la dirección del brasileño Adriano Pedrosa llevará por título Extranjeros.

Esta propuesta de alguna forma también evocará la Historia de Arte Nacional a partir de una lectura donde se le podrá relacionar con el biombo que usara Carlos Federico Sáez (Soriano, 1878-1901) como fondo de escenario para recibir a sus retratados en su taller ubicado en Via Margutta en Roma.

Ese biombo pintado por Sáez ha sido considerado como la primer manifestación abstracta del mundo creada a fines del siglo XIX adelantándose a Kandinsky más de una década.

Cabe destacar que por su lado Álvaro Zinno (Montevideo,1959) se caracteriza por el uso de la luz de forma tenebrista cual hiciera otro famoso pintor italiano como fue Caravaggio (Milán, 1571-1610) quien también habitara Venecia, aspecto que seguramente también será captado por el público de la Bienalle, como popularmente se le conoce siendo la más antigua del mundo fundada en 1895.

En las fotografías de Zinno que lleva a cabo sobre espacios urbanísticos abandonados o raídos por el paso del tiempo, la luz juega un factor determinante, guiando la mirada del espectador detrás de provocar el mensaje perseguido.

Seguramente que este envío nacional que estará acompañado por la curaduría de Elisa Valerio (Montevideo, 1990) en su debut dentro de un escenario internacional, dará mucho que hablar.

Valerio es magíster en Estudios Avanzados en Historia del Arte por la Universitat de Barcelona (España), es licenciada en Letras por la Universidad de la República (Uruguay) y diplomada en Edición por la Universidad CLAEH (Uruguay) a pesar de ser tan joven.

El catálogo de la muestra también contará con un texto de Laura Malosetti (Montevideo, 1956), curadora del envío de la edición anterior en Venecia cuando fuimos representados por

Gerardo Goldwasser.

La conferencia estuvo presentada y guiada por María Frick coordinadora del Instituto Nacional de Artes Visuales de Uruguay.

La 60 Bienal de Venecia será inaugurada el 20 de abril y se podrá visitar hasta el 24 de noviembre de 2024.