Por Alfredo Civitico Proyecto ArteFeria se llevó a cabo en la ciudad de Montevideo del…
Recorriendo Exposiciones HUMANA
por Daniel Benoit Cassou
Buenos Aires es inagotable en ofertas artísticas.
Una propuesta es superada por otra, aunque creo que en esta oportunidad, he llegado al punto máximo.
Sala y obra se han fusionado en un binomio de forma tal que el resultado es de absoluta excelencia.
La majestuosidad en tamaño, líneas y luminosidad que ofrece la Usina del Arte, es el ámbito acorde para acoger la obra de los artistas Jéssica Trosman y Martín Churba.
La emoción es inconmensurable y desborda la capacidad del espectador, al menos en mi caso.
Hacía mucho tiempo que una obra no me impactaba tanto como en este caso.
A media que vamos subiendo las escaleras, la obra de este binomio de artistas, se va presentando soslayadamente hasta el momento en que llegamos al
foyer ubicado en el primer piso, para rendirnos frente a la majestuosidad de la misma, la cual nos invita a recorrerla a la vez que nos atrapa y devora.
En una especie de forma amórfica, el conjunto escultórico “site specific”, que compone la instalación, se presenta de forma shockeante a través de una propuesta pacífica y silenciosa, donde el espectador queda doblegado frente a la inconmensurable incomprensión.
A priori no importa lo que es, lo que representa. Prevalece la experiencia a la cual somos invitados a recorrer, primero
con la vista y luego con el espíritu que se nos enajena sin más.
La sorpresa es aún mayor, más allá de conocer ya la forma con la que trabaja este binomio, cuando vamos descubriendo que toda su majestuosidad, suntuosidad y estética, está conformada por piezas partes de la industria como botellas de plástico, bidones, frascos, tapas de recipientes y demás elementos de deshecho luego de haber consumido el contenido que los albergaba.
Su impacto se multiplica a partir de las distintas aristas desde la cual puede ser observada.
Se puede abordar, o vivirla mejor dicho, desde abajo y también desde una vista aérea que se enriquece aún más a medida que vamos subiendo las escaleras que la rodean hasta llegar al siguiente piso, potenciado a la obra desde múltiples puntos de observación.
Las piezas que fueron creadas durante dos años, están conformadas por una tonelada de basura, buscando una reflexión sobre el consumo y sobre el vínculo del consumidor con aquel que deshechamos.
“El reciclaje nos enseña que eso que vos considerás basura tal vez no lo sea. Basura es aquello que no se recupera más”, dice Churba.
La instalación fue realizada con el asesoramiento del crítico de arte Fernando Farina y con el acompañamiento curatorial del artista Carlos Herrera, artista que nos sorprendiera años atrás cuando fue premiado en una edición de ArteBA con una bolsa de plástico con mariscos dejada como al pasar en las salas de la Rural de Palermo, que fue haciéndose notar a partir del olor nauseabundo que fue impregnado la feria.
El colectivo surgió en 1997 como un emprendimiento comercial dedicado a la moda.
Ambos diseñadores provenientes del sector de la moda, amigos y socios (en ese orden), dieron cabida a “TrosmanChurba”, luego de haber conquistado gran parte del mercado de la moda a nivel
internacional incluyendo Japón, Australia y los países árabes.
De origen sefaradí, Martín
Churba (Buenos Aires, 1970) debió de enfrentarse ante su familia, perteneciente al ámbito textil, a la hora de manifestar su homosexualidad.
Formado en publicidad y diseño gráfico, no pudo zafar del ámbito textil de su familia donde se fue desarrollando paulatinamente buscando inspiración así como formación que logró en sus primeros años en el exterior.
Hace más de veinte años vive con Mauro Bernardini con quien contrajo matrimonio y conformó una familia con la llegada de un hijo.
En 2002 comenzó a gestar Tramando, emprendimiento que combina investigación textil con desarrollo estratégico del diseño que lleva adelante con un local en Recoleta.
Churba fue ganándose el reconocimiento y los elogios de los críticos de moda más importantes del mundo convirtiéndose en un icono de la moda.
Su trabajo fue reconocido con premios como el Tijera de Plata, Diente 2004 o el emprendedor Endeavor 2000,
Premio Konex de Platino 2012 en Diseño de Indumentaria; Premio Konex 2002 en Diseño de Indumentaria (Trosmanchurba); Premio Konex 2008 como
Empresario PyME (Tramando).
Su creatividad pro activa en constante desafío, también está acompañado por un espíritu solidario llevándolo a colaborar en distintas obras sociales.
Hacer referencia a la vida y obra de este artista, implicaría cientos de palabras más, pues su obra lo amerita por la extensa lectura y provocaciones que genera.
Lo más indicado y aconsejable es acercarse a la Usina del Arte para experimentar la propuesta.
Por su lado Jessica Trosman (Buenos Aires,1966), amerita una nota aparte en una próxima nita.
Se trata de una diseñadora destacada en moda avant garde, habiéndose formado en diseño en la Universidad de Miami quien también se desempeña como escultora.
Más allá de estar un poco alejado del circuito, vale la pena llegar hasta allí, donde el edificio también aporta lo suyo así como todo los alrededores de la zona.
En mi caso, la visita estuvo enriquecida por la compañía de nuestra compatriota Laura Malosetti, figura destaca dentro del ámbito del arte del Río de la Plata.
Humana estará expuesta hasta
Febrero 2023
Usina del Arte – Caffarena 1, esquina Pedro de Mendoza, CABA.