por Daniel Benoit Cassou Artista, periodista y escritor Biografía Ha sido muy acertado para nuestro…
Recorriendo Exposiciones PETRUS HAMERS
El mundo de las artes visuales contemporáneas cada vez viene siendo abordado por una mayor variedad de artistas con una previa disciplina o profesión.
La necesidad de expresión, producto en muchos casos por las tensiones vividas en un mundo agobiante, provoca y conlleva a personas ajenas al ámbito artístico a su participación.
Desde mediados del siglo XX hemos visto una amplia gama de artistas que provienen de otras carreras en razón de que el arte contemporáneo atiende a la necesidad de expresión inspirados por situaciones filosóficas, analíticas, políticas, entre otras.
Arquitectos devenidos en artistas es muy común como el caso de Santiago Calatrava, por solo nombrar a un representante. Pero últimamente hay una gran cantidad de artistas que provienen de la psicología, la gastronomía, la botánica, el diseño en su amplia variedad, entre otras profesiones que conducen a la realización de propuestas artísticas.
Los diseñadores de moda de por sí son artistas, pero no es lo mismo crear indumentaria y patrones de vestimenta, que utilizarlas luego para crear una exposición dentro de un recinto que los define como obras de arte.
El caso de Petrus Hamers, es uno de ello.
Nacido en Nijmegen (Países Bajos) a finales de los años 50, luego de un largo viaje por Italia cuando tenía 18 años, regresa a su país decidido a encarar la carrera de diseño de modas.
Se forma en la Universidad ArtEZ en Arhem, donde se gradúa con honores.
Luego, su curiosidad lo llevó a recorrer Sudamérica, recalando en Montevideo donde se radicará hasta hoy día.
Su actividad profesional la aplicó como profesor en el Centro de Diseño Industrial, hasta que en los 90 funda la Fashion Design School la cual ya lleva varias generación de egresados.
Su incansable curiosidad así como su espíritu creativo, lo han llevado a ocupar un lugar dentro de las artes plásticas habiéndose estrenado con una gran instalación que ocupa algunos espacios de edificio abandonado, o semi construido, en el corazón de la Ciudad Vieja.
El lugar no es de acceso al público transeúnte, sino que previamente hay que acordar con el artista para que facilite el ingreso.
Dicha instancia en que Hamers va guiando al espectador hasta llegar al piso donde se encuentra su muestra, adiciona un encanto especial, que cumplimenta la experiencia ya que también el artista forma parte de su propia instalación.
El título escogido en latín es OmniaCorpora, el cual hace alusión a todos los cuerpos.
Las salas juegan un rol importante pues carecen de paredes, hay claraboyas y algunos de sus muros están inacabados y fundamentalmente el espacio genera varias aristas para ser abordado en forma visual. Al visitante se la hace difícil mantener la mirada en una sola dirección.
Es importante hacer alusión a todo ello, pues el espectador no solo percibe la obra en forma retiniana sino que el lugar lo atrapa, lo hace suyo y de esa forma también pasa a formar parte de la instalación que obviamente necesita de ser recorrida.
Partiendo de una formación profesional, donde Hamers se ocupa de crear moldes para luego dar paso los distintos diseños de vestimenta, el artista da rienda suelta a la sinuosidad de sus piezas que crea en forma artesanal con cartón y cintas para su pegado.
La curva del cuerpo femenino es el punto de partida de su creatividad, donde todo parece estar plagado de caderas, piernas, senos y diferentes partes del cuerpo femenino. Características femeninas que también las asociamos con las curvas propias de la naturaleza propia de los paisajes de nuestro país.
A partir de los moldes, Hamers va creando una amplia variedad de propuestas que pueden ser abordadas y analizadas en todo su conjunto, así como en un contexto individual dependiendo del sector visitado.
Sus patrones usados como soporte de las obras, dan paso a formas amorfas que incitan a un recorrido visual logrando una sensación de movimiento. Pero al igual que ocurre con obras de otros escultores que trabajan con formas sensuales, las piezas de Hamers incitan al tacto.
Esas formas curvas también son motivos de inspiración para dibujos que dan vida a formas alienígenas, a seres de apariencia irreconocibles, así como otras piezas que penden el techo con formas en algunos casos fálicas, jugando en la dualidad femenino masculino.
En Hamers podemos reconocer a varios artistas aunque él no lo ha hecho en forma consciente, pues a algunos ni siquiera conoce.
Tiene piezas que nos llevan a recordar las esculturas de Louise Bourgeois.
Un par de paneles de cartones recortados, indudablemente nos remiten a la última etapa de Henri Matisse. Asimismo el tenue colorido que Hamers utiliza dentro de la variedad de lo ocres, se asocia a Giorgio Morandi.
La muestra tiene varias aristas de abordaje. Puede ser muy sensual, muy complaciente al ojo que nos conduce a un estado catártico, pero también tiene sectores extraordinariamente sangrientos aunque carezcan de color rojo alguno.
Cual carnicería, Hamers, cuelga con ganchos de punta afilados, moldes a modo de cuerpos descuartizados que nos llevan a recordar la película “El silencio de los inocentes” donde Anthony Hopkins interpreta al psicópata Hannibal Lecter quien quitaba las pieles de sus víctimas.
La imperiosa necesidad del ser humano del siglo XXI que le ha llevado a una gran cosificación, nos obliga a un constante cambio de apariencia con el fin de seducir al otro.
Cada vez percibimos menos al ser humano detrás de sus distintas capas de indumentaria, que nos construyen y deconstruyen a la vez.
Esas capas pieles, son las que Hamers cuelga en su rieles carniceros, haciendo alusión a la vorágine humana que nos conduce en forma precipitada a ser menos reconocidos como tales, idea que por cierto nutre a los dibujos que este artista realiza en grafito sobre papel de embalaje.
Es así que la muestra vista desde lejos se presenta complaciente, afectiva y condescendiente a nuestra estética, hasta que nos vamos acercando descubriendo detalles desgarradores que nos provocan otras sensaciones.
Una muestra inaugural, curada por Adriana Rostovsky y Rita Fisher, que impacta y genera ganas de ver que mas provendrá de este artista.
La muestra ubicada en 25 de mayo 377, estará abierta fin de mes y para visitarla hay que coordinar con el artista.




