Por Alfredo Civitico Proyecto ArteFeria se llevó a cabo en la ciudad de Montevideo del…
Recorriendo Exposiciones ¡SE VA A ACABAR!
Dentro de las muestras conmemorativas a los 50 años del Golpe de Estado, el Espacio de Arte Contemporáneo (EAC), está llevando a cabo una exhibición colectiva compuesta por seis artistas uruguayos, algunos radicados en el exterior.
La curaduría está a cargo de Fabiana Puentes y Agustina Rodríguez quienes también tienen una participación activa como artistas, buscando establecer un vínculo entre las diferentes propuestas, algo por cierto, innovador.
El hilo conductor de la muestra, fue la realización de la Copa de Oro de Campeones Mundiales también llamada Copa de Oro FIFA 1980, que se celebró en Montevideo, llamado popularmente “Mundialito”.
El evento se organizó para celebrar el cincuentenario de la disputa de la primera Copa del Mundo, que tuvo como escenario Montevideo, participando los equipos de Alemania, Argentina, Brasil, Inglaterra quien habiendo negado a venir, fue sustituida por Países Bajos, Italia y Uruguay quien logró la victoria.
A partir de este recurso, antiguamente utilizado por los romanos quienes se valían de la alienación del pueblo provocado y distraído en meros espectáculos populares, para continuar la perpetración del abuso de poder, lo que se conoce como “pan y circo”, el gobierno de facto uruguayo pretendió lograr aprobación en su continuidad.
En octubre de 1980 las Fuerzas Armadas, gobierno de facto en Uruguay, llevaron acabo un plebiscito elaborado durante cuatro años, el cual solo fue anunciado un mes antes de que el pueblo se volcara a las urnas.
El mismo pretendía legitimar la presencia y asegurarse la continuidad de los militares al frente del gobierno.
Luego de su fracaso, llevaron a cabo el Mundialito para conseguir calmar al pueblo y distraer su atención.
Uruguay llevaba siete años de sometimiento dictatorial y la población continuaba luchando para lograr el retorno de la democracia. El Mundialito fue ideado por el gobierno con el fin de reforzar su imagen y conseguir el apoyo frente al plebiscito.
El 30 de noviembre de 1980 la población se opuso al plebiscito logrando la mayoría de votos y a los pocos días comenzó el campeonato de fútbol.
El evento deportivo celebrado entre el 30 de diciembre de 1980 y 10 de enero de 1981, fue una oportunidad para que el pueblo proclamara su triunfo y fue utilizado para remarcar el NO exitoso, no a la continuidad militar al frente del gobierno.
“El tiro les salió por la culata” a los militares y el pueblo hizo suyo el campeonato para expresarse donde cada gol, cada faul cometido por los jugadores les brindaba la oportunidad de gritar sacando fuera toda la bronca y angustia contenida.
“Se va a acabar, se va a acabar la dictadura militar”, terminó siendo el himno que todos los uruguayos entonaron al unísono en la clausura del campeonato, mientras la banda militar intentaba entonar el himno nacional.
Mientras que la prensa expresaba el triunfo logrado por la selección uruguaya, el pueblo leía entra líneas, el éxito del plebiscito y la esperanza del regreso a la democracia que se hizo esperar cinco años mas.
A partir de la temática inspirada en el Mundialito, la muestra titulada “Se va a acabar”, se desarrolla en tres ejes: el análisis del material de archivo, la construcción de la memoria partiendo del relato oral, lo que es completado con las propuestas de los seis artistas convocados.
La nómina de los artistas está integrada por Luis Camnitzer (1937), Fernando Foglino (1976), Paola Monzillo (1986), Lucía Pittaluga (1970), Mauricio Rodríguez (1990) y Elián Stolarsky (1990).
Monzillo y Stolarsky comparten sala, ambas con video arte.
Stolarsky propone un cuestionamiento sobre ciertos actos que se continuan llevando a cabo por tradición que titula “En la ingenua comedia que los hombre interpretan”.
Monzillo abarca con su instalación “ojos celestes”, otros genocidios incluyendo los perpetrados hacia los charrúas.
Para ello presenta un vínculo visual entre el video, que indaga el concepto indígena en nuestro país, una replica en miniatura del grupo escultórico de Los Últimos Charrúas que luego serán llevados a Francia como seres exóticos para ser exhibidos en ámbitos circenses y la maqueta de la mascota utilizada para promocionar el campeonato llamado Indiecito Oriental el cual patea su balón hacia la pantalla.
Fernado Foglino se vale de un gran megáfono del cual emana un relato en tenor futbolístico en la voz de Víctor Hugo Morales quien grabó un disco de vinilo en 1981 con los goles de Uruguay frente a Brasil en el Mundialito.
El artista graba un nuevo disco subvirtiendo el contenido donde Morales nombra a los 197 detenidos desaparecidos durante la dictadura militar dentro del mismo tenor futbolístico utilizado para relatar los partidos.
La instalación está compuesta también por la portada de los discos “Uruguay – Campeón de Campeones” de Víctor Hugo Morales y la nueva portada denominada “Yauguru – Correlato” grabado en mayo de 2023, donde el artista invierte la foto original del diario El País, logrando que la banda militar que se encontraba en segundo plano, pase a a ser central al verse reflejada en un espejo.
Lucía Pittaluga se vale de una instalación compuesta por pelotas de fútbol roídas por el paso del tiempo, de donde emergen plantas dentro de un terreno lodoso que evoca la cancha de fútbol. El lodo que no solo hace alusión al barro que emerge del campo, mucho mas marcado por la furia de los jugadores en plena dictadura, sino que también denota la situación que atravesaba el país.
A los efectos de lograr una mayor compenetración del público, la artista invita a ingresar a la misma prescindiendo del calzado.
Mauricio Rodríguez presenta el “Gol de la victoria”, a través del registro audiovisual en un televisor de época, donde se puede ver el último partido donde Uruguay obtiene el triunfo confrontado con Brasil.
Esa fue la primera transmisión a color que se emitió en Uruguay, pero debido a dificultades técnicas, fue transmitida en blanco y negro.
Su mensaje subliminal de esperanza pautado por el color que se vislumbraba en el país opacado por la dictadura, fue acompañado por el artista con dibujos con colores primarios.
Para ello, Rodríguez escoge motivos de las vallas publicitarias utilizadas en el estadio Centenario, que interviene con palabras que evocan los sentimientos que el régimen militar buscaba resaltar dentro de su propuesta propagandística como “futuro”, “progreso”, “paz” y “esperanza”.
“Gol en contra“ es el título de la instalación de Luis Camnitzer.
El artista realiza una réplica en cera de la pelota que se utilizó durante el Mundialito, la cual permanece en forma de vela encendida durante la muestra.
Con ello el artista remite a la luz que emerge del deporte, en este caso el fútbol, motivo de unión de los pueblos, pero que poco a poco va perdiendo su forma dejando solo vestigios de su pasado.
El fútbol que identifica tanto a los uruguayos y que fue motivo de unión y esperanza, fue subvertido de deporte a manifestación popular en pos de retomar los valores mas importantes que un país debe de velar como es la democracia.
Y nunca un término mejor utilizado, pues el ambiente que Camnitzer logra en el calabozo, que no deja de ser aleatoria ni casual, es de un gran aporte que el artista construye pintando toda la sala de un negro que perpetra el lugar y facilita su comprensión. De esta forma, Camnitzer logra un mensaje impactante y de suma efectividad que paraliza al espectador.
La historia no es pasado, está viva, es presente y necesita ser analizada y vuelta a construir por las nuevas generaciones.
Esta muestra posibilita eso y anima a los jovenes a través de las propuestas de estos artistas, a indagar mas en nuestro pasado cercano que continua formando parte de nuestro presente.
Una colectiva muy bien lograda, compacta, sugerente y efectiva que invita a ser visitada.