@bypaula_arte Paula Lammertyn, una artista nacida en Santa Fe, Argentina, ha cultivado su trayectoria en…
Recorriendo Exposiciones UNA COLECCIÓN PARA EL SIGLO XXI
El espacio dedicado a la exhibición de obras de arte Hamburger Bahnhof, corrió el riesgo de ser cerrado en virtud de que los propietarios de los dos inmuebles que la alojan, querían venderlos.
Finalmente el Estado alemán desembolsó 166 millones de euros y las adquirió.
De esa forma, la sala de arte contemporánea más importante de Berlín se aseguró su continuidad.
Fruto de ese gran esfuerzo, sus directores se están ocupando en afianzar más el museo a partir de sus nuevos propietarios que pasaron a ser los habitantes de la capital de Alemania.
Ello ha conllevado a una reconsideración del edifico.
Para ello, entre otras iniciativas, fueron invitados vecinos para que dieran testimonios del lugar, con el fin de relacionar más el lugar con la ciudad.
Ese material registrado en vídeos conforma una muestra temática en un sector del museo.
Por otro lado, más allá de las muestras temporales que ya hemos comentado en notas anteriores, actualmente hay 19 artistas exponiendo obras relacionadas con el edificio, entre los cuales podemos citar a Dan Flavin , Anselm Kiefer, entre otros.
Algunas de estas obras han estado en exhibición desde la apertura de Hamburger Bahnhof en 1996, mientras que otras se han agregado con posterioridad luego de haber sido exhibidas en exposiciones individuales, encargadas o donadas por el museo.
El matrimonio conformado por los artistas Petrit Halilaj (Kosovo, 1986) y Álvaro Urbano (Madrid,1983), expone flores de tamaño monumental colgadas del techo.
Estas esculturas son el fruto del amor de estos dos hombres que las realizaron para decorar el Palacio de Cristal de Madrid en 2020 en plena pandemia.
Cada flor representa un momento de felicidad de la pareja convirtiéndose en monumentos de afecto y unión.
Por otro lado, el museo exhibe también una selección (Sammlung, término tan usado por los museos alemanes hoy día para referirse a una selección de su acervo) que lleva por nombre “Una colección para el siglo 21”.
Las obras en este caso pertenecen a 59 artistas de diversas partes del mundo, incluyendo pinturas, obras en papel, esculturas, fotografías, instalaciones y videos, que exploran la interacción de múltiples capas de factores sociopolíticos y económicos en la ciudad anteriormente dividida, desde poco antes de la caída del muro en 1989 hasta el presente.
Participan obras del acervo así como también otras provenientes de dos destacadas colecciones públicas como son
la Kunstsammlung des Bundes (Colección Federal de Arte Contemporáneo) y la colección de arte ifa – Institut für Auslandsbeziehungen (Instituto de Relaciones Culturales Internacionales).
A los efectos de dar cuenta de la muestra podemos citar a
Robert Rauschenberg (Texas, 1925-2008) quien en 1989 pasó varios meses en Berlín.
Con sus obras realizadas en Berlín, el artista pretendía acercar Alemania Oriental a la Occidental, exhibiendo a ambos lados del Muro, práctica que ya había realizado en otros países que atravesaban situaciones similares.
Finalmente Rauschenberg exhibió sus obras solo en Berlín Oriental en 1990 en la Neue Berliner Galerie en el Altes Museum, trabajos que donó y que raramente han sido expuestas.
Anselm Kiefer (Donaueschingen, 1945), exhibe Leviatán de 1989, pieza pintada en tonos ocres y terrosos.
La obra está compuesta por algunos libros reconocibles que se refieren al censo realizado en Berlín Occidental en 1987, algo que fue muy resistido por que se entendía como la continuación de las estructuras de pensamiento nacionalsocialistas.
En la pieza también se ven vías férreas que hacen alusión a la persecución y deportación de judíos y otras minorías durante la era nazi.
Las instalaciones ferroviarias entre las estaciones de Hamburger Bahnhof y Lehrter Bahnhof y la línea Ringbahn se utilizaron como puntos de reunión para las deportaciones.
De Jannis Kounellis (El Pireo, 1936- 2017) se exhibe una obra de 1993 sin título, que hace alusión a la Apertura del Muro, que fue abierto por la gente y no a la Caída del Muro como solemos decir.
Kounellis estuvo trabajando entre Berlín y Düsseldorf en la década de 1990, y centró su análisis preguntándose cómo la cultura podría ayudar a superar la división y la parálisis de estas ciudades.
Esta obra compuesta por dos vigas de acero de aspecto pesado (instituciones) que dividen la pared, está sopesada por un par de zapatos (personas) que proporcionan la conexión necesaria para derribar los distintos tipos de muro que nos dividen
Mona Hatoum (Beirut, 1952) vive entre Berlín y Londres.
De esta artista se exhibe
Búnker (edificio Omar) 2011, llamado coloquialmente la “Torre de la amargura”, un rascacielos de Beirut.
Fue diseñado en 1974 como un edificio de oficinas, pero el estallido de la guerra civil en Líbano que duró de 1975 a 1990, impidió su finalización.
Este edificio de 40 pisos sirvió como asentamiento para los francotiradores durante la guerra civil.
En 1990 parte del edificio se derrumbó y actualmente se mantiene en ese estado como recordatorio de la guerra, similar efecto que causa la iglesia Memorial del káiser Guillermo en Berlín.
Esta es una de las diversas formas expositivas que los museos deben de ir diseñando para lograr atraer al público y mantener activo el interés para acercarse a las salas expositivas.