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Recorriendo mi Biblioteca
GARZÓN
por Daniel Benoit Cassou
José Risso (Maldonado, 1970) es un delicado fotógrafo. El término es indicado, pues registra lugares de su entorno y detalles con sumo respeto hacia el entorno y la naturaleza.
Risso es como aquellos artistas que solo escriben o pintan, o fotografían solo su ámbito personal.
Pablo Atchugarry le invitó hace un par de años a registrar la historia de Pueblo Garzón en un libro con fotos en su mayoría en blanco y negro.
Allí Risso recoge la historia del lugar desde 1892, dando paso la estación de ferrocarril y el trazado del pueblo desde sus inicios.
Luego del cierre del tren y del molino, este pequeño pueblo comenzó a desfallecer.
Tuvieron que pasar varios años hasta que Francis Mallmann instaló allí un restaurante que le devolvió vida al lugar.
Luego vinieron el desembarco de varias galerías de arte, Campo Fest, dirigido por Heidi Lender, que se celebra todos los años convocando artistas de todo el mundo, la apertura de Bodega Garzón y la reserva ecológica Cristina Bonomi de Atchugarry, donde se preserva flora y fauna autóctona, amén de monumentales esculturas de varios artistas que están sembradas en el campo compuesto por 140 hectáreas.
Así, poco a poco Pueblo Garzón se ha ido convirtiendo en un polo de interés artístico a nivel internacional.
Recorrer sus calles, charlar con su gente, por cierto muy reservados como queriendo eludir las visitas pero siempre muy educados, los lugares de interés y sus rutas, son un deleite que colma el alma.
El lugar tiene una energía especial que subyuga al visitante.
Pueblo Garzón no se maquilla, solo se prolijea para estar siempre ordenada, como solemos hacer los uruguayos cuando vamos a recibir visita en nuestras casas, y eso es sencillamente exquisito.
Fundacion Atchugarry publicó el libro de Risso el cual días pasados fue obsequiado a cada uno de sus invitados en la reserva.
Tengo algunas obras de Risso en mi colección y me hace feliz este libro, pues él es un muchacho muy cálido, y es muy bueno que tenga esta posibilidad de difundir sus fotografías.
El libro me lo autografió Risso, Pablo Atchugarry y muy especialmente Silvana, esposa de Pablo, con una hermosa dedicatoria producto de tantos años que nos conocemos.
A pesar de que todo gira en entorno a Pablo, Silvana es imprescindible, siempre con una sonrisa, dispuesta a todo y muy simpática.
Cómo dice el refrán: “detrás de todo gran hombre, hay una gran mujer” y este caso no escapa al caso.
Me ánimo a decir que Silvana es el cable a tierra de Pablo.
Gracias José, Piero, Pablo y Silvana!