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Visitando Talleres MARCOS ZIMMERMANN

Visitando Talleres

MARCOS ZIMMERMANN

por Daniel Benoit Cassou
por Daniel Benoit Cassou

Artista, periodista y escritor

La obra de Marcos Zimmermann siempre me atrajo por la sinceridad con la que trabaja sus fotografías. 

Se trata de una fotografía que no edulcora las imágenes, sino que mas bien las carga de un tenor realista. Inclusive en algunos casos, sus fotos son de carácter tenebrista, pues dan cuenta de una realidad que la mayoría de las veces, queremos eludir.

Sus fotos en blanco y negro, sumadas a las temáticas escogidas, nos llevan a relacionarlas con la obra del suizo nacionalizado americano, Robert Frank (Zurich, 1929-2019), quien recorrió los Estados Unidos en 1955 para retratar a su gente. 

Luego del éxito americano en la II Guerra Mundial, Estados Unidos se convirtió en la principal potencia del mundo y la imagen que oficialmente querían difundir del país, no coincidía con la realidad. 

Las personas del interior del país padecían hambre, miseria y tristeza, que Frank supo captar en su libro “The Americans” publicado en 1958, el cual tuvo una gran repercusión en el ambo fotográfico no solo en los Estados Unidos sino en el mundo entero.

Marcos Zimmermann (Buenos Aires, 1950), nació dentro de una familia conformada por artistas. Antes de tener una cámara de fotos, ya sabía que sería fotógrafo. “Creo que saqué las primeras fotos antes de tener una máquina de fotografía”, declaró en un entrevista.

Zimmermann escribe no solo a través de sus fotografías sino que también lo hace a través de su relatos literarios. Comenzó de muy joven escribiendo poesía y también se desempeña como redactor en varios medios de prensa como Radar, Ñ, La Nación, entre otros.

Se formó en el Instituto Nacional de Cinematografía y luego de un período de trabajo que lo llevó a vivir en Roma entre 1979 y 1982, regresó a su país motivado en ahondar en el espíritu del pueblo argentino a través de sus fotografías.

Es así, que sin haber estado antes en la Patagonia, y partiendo de su imaginación desde Roma, ni bien llegó a Buenos Aires se embarcó en un viaje que le llevaría por toda la región sur de su país hasta Tierra de Fuego.

Asesorado por conocedores de la materia, tal cual lo hiciera Frank, y recabando la información necesaria como suele hacer frente a cada desafío, Zimmermann recorrió la Patagonia a través de varios viajes lo que le generara un enamoramiento de su país profundo, donde habitan personas de origen andino y otras provenientes de inmigrantes europeos, fundamentalmente.

Tuve la oportunidad de conocerlo en la inauguración del Espacio Larivière, vínculo que lo une con Jean-Louis Larivière quien le ha publicado la mayoría de sus libros, y al otro día, y a partir de su invitación, lo visité en su casa situada en Palermo.

Es asiduo a Uruguay y es tataranieto de Bernardo Prudencio Berro, quien gobernará nuestro país entre 1860 y 1864.

Zimmermann también al igual que Robert Frank, se ocupó de retratar una faceta de su país desconocida, ninguneada por el grupo de poder económico ubicado en la capital porteña. 

A partir de esa experiencia, fue asumiendo un compromiso con su país y su gente, lo que le llevara a realizar varios trabajos, algunos de los cuales han sido motivo de exposiciones y publicaciones de libros.

Luego de haber publicado “Patagonia, un lugar en el viento” en 1991, y continuando con su línea antropológica, si se quiere, le siguieron “Río de la Plata, río de sueños” (1994), “Norte argentino, la tierra y la sangre” (1999) y “Argentinos, (2019), dentro de una temática que le llevara también a profundizar no solo en el gente sino también en la geografía y la historia de su país.

“Río de la Plata” y “Norte argentino”, son el producto de cuando Argentina  estaba siendo gobernada por Carlos Menem, en un período neoliberal donde los argentinos tenían a Miami como referente y donde el lema “pizza y champaña” era representativo de la época por el cual atravesaban dentro de una sociedad floreciente, extrovertida y bulliciosa, que muy poco tenía que ver con el resto de la población ubicada en el interior del país, compuestos por diferentes etnias, pueblos con diversidad de costumbres, elementos que fueron atrayendo el foco de atención del fotógrafo, quien en contra a la mayoría de los argentinos que miraban hacia afuera, él miraba hacia dentro.

“Argentinos” fue el libro que mas trabajo le generó pues considera que hay muchas Argentinas y no le fue fácil escoger una selección reducida de fotos entre mas de 100 mil que tomó que fueran representativas de lo que el fotógrafo quiso proponer a su público.

En esta reciente publicación, Zimmerman buscó una vez mas, retratar como son los argentinos, cuales son las causantes de determinados acontecimientos que les suceden, sus facetas políticas tan difíciles de asimilar por el mundo entero, entre otros aspectos que conforman la idiosincracia de la población del país, que no solo está formada por los porteños. La consigna, a la hora de tomar la foto, era que todos los retratados dirigieran sus miradas hacia la cámara de forma tal de captar la sinceridad en sus miradas para lograr retratos convincentes.

“Argentinos”, también fue su libro más comprometido donde el fotógrafo tuvo la oportunidad de expresar la experiencia de tantos años donde ha venido errando con su cámara  a lo largo del país. 

Zimmerman se ha ocupado de reflejar una Argentina que según él, está conformada por varios países y la cual se encuentra a medio hacer, a medio camino, tratándose de un país que necesita ser visibilizado en sus principales capitales y en el mundo entero, tal cual es y no a partir de ciertas imágenes que distorsionan la realidad.

De acuerdo a su criterio, la función de la fotografía radica justamente en ello, el de mostrar aquello que no siempre queremos ver o que en algunos casos desviamos nuestra miradas hacia “la vereda de enfrente”, creando una ciudad, un país de acuerdo a cada circunstancia personal.

Argentina aun hoy día, como el resto de los países latinoamericanos, padece de aspectos colonialistas, que continuan batallando, no permitiendo emerger el verdadero espíritu autóctono del lugar, provocando la extinción no solo de la flora, la fauna sino también de pueblos enteros que no logran sobrevivir dentro de sus entornos tradicionales. La migración de la gente del interior hacia las capitales, fundamentalmente a Buenos Aires, ha conllevado a la desaparición de algunos pueblos quienes acaban camuflados bajo la indumentaria y costumbres imperantes en las grandes ciudades.

“Hay un grupo de gente que quiere seguir teniendo un país estanciero”, comenta Zimmerman y por otro lado, y en gran parte, está el resto de las personas que integran la nación. 

Zimmermann no sale al azar con su cámara colgada, sino que con anticipación traza un itinerario a seguir para el cual se ocupa de formarse e interiorizarse, mas allá que luego ciertas fotos se definan accidentalmente .

Ha publicado 17 libros donde solamente dos son a color.  A través del recurso de uso del banco y negro, el fotógrafo logra reducir el impacto visual, llevando al espectador a un análisis medular de la fotografía logrando por el contrario una mayor carga emocional o intelectual.

Fuera de la línea regional de su país, en 2009 publicó el libro “Desnudos sudamericanos” donde dio cabida a retratos de varones desnudos en una selección de 80 imágenes tomadas en su ambiente natural.

Marcos me comentaba que no fue fácil lograr que posaran desnudos y que con la ayuda de su asistente, las propuestas eran planteadas con mucha profesionalidad, y en algunos casos debieron desembolsar pagos también con el compromiso de que los retratos no serían utilizados para otros fines fuera del especifico. Eso le ha llevado en algunos casos, a iniciar querellas por el intento del uso indebido de las mismas, donde en ciertas oportunidades han intentado usarlas dentro del ámbito erótico o pornográfico.

Otro libro destacado es “Historia de fotógrafos”, donde Zimmermann se ocupó de homenajear a otros colegas a través de 14 fotografías que fueron sacadas a lo largo de tres siglos a lo largo de la historia del país, y que acompaña con sus textos.

Cuando uno toma fotografías, mucho mas aun en la era digital, donde el disparo no tiene manera de ser controlado, lo mas difícil a la hora de presentar una exposición o publicar un libro, es la selección y Zimmermann ha sabido lograr el número acorde en pos de su objetivo. Todos sus libros son obras de arte, más allá del contexto socio económico hacia donde apunta. 

Zimmermann ha expuesto en varios país entre los cuales Uruguay (Galería del Paseo en Manantiales), Brasil, Chile, México, España Francia, Alemania, Canadá, Estados Unidos y Japón y sus obras ocupan acervos de colecciones tanto privadas como museísticas diseminados por el mundo.

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