CONOCIENDO LA OBRA DE MERCEDES FUENTES

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La artista maragata Mercedes Fuentes comenzó su formación artística con apenas 8 años, hasta final de los 90 que viaja a Italia para continuar sus estudios. Allí realiza Cursos de Pintura, Acuarela, Técnicas Mixtas, Vitral, Restauración de Pintura y Vitrales e Historia del Arte en la Facultada de Arquitectura de Venecia.
En su regreso a Uruguay, -2003-, continúa estudiando Pintura, Escultura y Fotografía. Se especializa en Docencia en Expresión Plástica Infantil, abre su propio taller infantil y también dicta clases a adultos.
Desde 1991 ha realizado muestras individuales y colectivas en países como USA, España, Portugal, Rusia, China.
Al recorrer su obra queda claro que estamos ante una artista que vé, pulsa y siente el arte con una enorme pasión y desde el sitio elevado de una gran experiencia acumulada.
En sus retratos brota el intimismo, la expresividad de sus personajes de miradas dulces o cabisbajas, que acumulan ausencias y soledades que se parecen con las nuestras de cada día, gritando en el silencio danzante de sus trazos. 
En su pintura urbana, con paisajes ciudadanos, plazas, edificios, calles y avenidas, es donde aparece una suerte de fractalidad que da identidad a su obra. Si bien el fractal no está específicamente como objeto geométrico repitiendo el mismo patrón a diferentes escalas, esa idea de fracturación, de irregular, es bien clara en la obra de la artista y denota un sentido compositivo estructuralista, con pequeñas partes interrelacionadas e intencionalmente colocadas para formar un algo mayor. 
Contructivista podría ser también el término a la hora de analizar y buscar asociaciones o influencias en la obra de Fuentes, en tanto que incorpora en su obra pequeños planos, conceptos de espacio y tiempo, que definitivamente sugieren formas dinámicas en su expresión.
La pintura de la artista es un viaje intenso por paisajes urbanos cargados de partes y hacia un todo, que amalgama la frialdad edilícia de sus trazos/facetas con transeúntes solitarios, que colocan pulso y cargan de humanidad sus pinturas.

Ricardo Botana
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