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Recorriendo Talleres FONS DE MUYNCK

por Daniel Benoit Cassou

Artista, periodista y escritor

Otro de los hallazgos dentro de las propuestas artísticas en Campo ArtFest 2023, fue la perteneciente al belga Fons de Muynck (Brujas, 1982).

De Muynck llegó a Uruguay persiguiendo su espíritu aventurero. A través de su trabajo de chef, tuvo la oportunidad de viajar y conocer distintos lugares.

En Pueblo Garzón realizó una pasantía con Francis Mallmann y luego llevó a cabo su propio restaurante en Pueblo Edén al que le llamó Mesa 41.

A raíz de la pandemia debió de emprender otra actividad, momento en el cual se decidió a aplicar su carrera de artista habiéndose formado en Bellas Artes en Bélgica.

Ello, sumado a una residencia que llevó a cabo en Portal de Luz en 2021 en Pueblo Edén, llamado “Artistas en el paisaje” guiada por Philippe-Loic Jacob y Miguel Bardeggia, fueron elementos determinantes en su nueva vida profesional.

Hoy día De Muynck se dedica con exclusividad al arte aunque aún debe de echar manos a sus ahorros.

Instalado en una chacra de 17 hectáreas encima de una colina en Pueblo Edén, lleva una actividad dedicada a la creatividad artística así como a la huerta donde cultiva cuantas especies de hierbas aromáticas puede, verduras así como árboles frutales.

Desde hace tres años vive con su novia quien se dedica a la psicología, acompañados por sus dos perros.

Todo lo lleva a cabo con sus propias manos incluyendo la ampliación de la casa que la construye con adobo a continuación de lo que fuera hasta hace poco tiempo una tapera.

También hizo un tajamar desde donde nutre todo su huerta.

A la actividad gastronómica lamentablemente la dejó de lado y es su novia quien se ocupa de cocinar a diario.

El proceso productivo de sus obras proviene de su gran curiosidad provocado por el entorno natural.

La obra presentada en Campo ArtFest, ya desmontada, es similar a una que armó en su casa.

Rodeado y enredado entre árboles nativos, De Muynck levantó una gran carpa con lonas, las cuales ha perforado en distintos lugares para permitir el ingreso minúsculo de ases de luz.

Esos orificios hacen las veces de cámara oscura reflejando todas las imágenes externas en gasas que recubren el interior de la carpa.

Las proyecciones, al igual que como ocurre con las cámaras de fotos, se proyectan en forma inversa logrando imágenes que en determinados momentos parecen abstractas hasta que el visitante va afinando su mirada y se comienzan a reconocer aspectos figurativos.

El aire que se cuela por los orificios genera leves movimientos que aportando un ámbito poético al entorno.

Algunas escenas nos recuerdan a la serie de los nenúfares de Claude Monet a partir de los destellos de luz.

El interior de la carpa está totalmente oscurecido, obviamente con el fin de generar las proyecciones.

Asimismo De Muynck se ocupa de musicalizar el ambiente con temas acordes a su sensibilidad a la vez que ayudado por una máquina de humo, genera el ámbito necesario para guiar al espectador cual escenario teatral.

De esta forma el artista a través de estas instancias oscuras inmersivas, nos conduce a bajar nuestros párpados para comenzar a percibir la naturaleza en nuestra mente a la vez que nos vamos escuchando mientras acompasamos nuestra respiración frente a la situación.

Indudablemente la obra se gesta en la experiencia llevada a cabo donde el artista nos guía hacia nuestro interior.

El vínculo creado por el entorno natural nos empequeñece a la vez que nos ordena enllentecer nuestro tránsito.

A partir de sus instalaciones inmersivas donde la labor del espectador es vital, Fons de Muynck investiga la física de lo invisible haciendo foco en el vínculo entre lo que creemos ver y lo que realmente existe.

Algo que generalmente sucede en nuestra vorágine diaria donde la mayoría de lo que percibimos ha sido tergiversado en función de lo que queremos ver.

Atrapados en un ambiente que nos propone descubrir y abrir bien nuestros ojos, damos cabida a una mirada interior que nos golpea duramente despertando una nueva forma de percibir así como de relacionarnos con nosotros mismos.

Su obra no se puede abordar de otra forma que no sea través de la convivencia con la misma.

De talante jovialidad, Fons le gusta guiar y explicar sobre su obra la cual avanza en forma constante a partir de su gran curiosidad que le lleva siempre a nuevos experimentos.

Llegar hasta su casa es otro viaje. Más allá del extraordinario entorno natural de la zona, para llegar hasta su casa hay que adentrarse tierra adentro guiados por sinuosos caminos marcados apenas por huellas de coches.

Todo el esfuerzo para llegar hasta allí vale la pena y la recompensa está a la altura de nuestra expectativa.

Escuchar a Fons disertar sobre su trabajo, sobre su vida, el amor, aspecto no menor en su vida que se le nota a primera vista en su cara cuando hace referencia a su obra así como a su novia, es gratificante para el alma.

En De Muynck descubrimos una efectiva forma de vivir el arte y que el arte habite en nosotros.

Se trata de un artista que mira más allá, sumamente creativo con propuestas muy acertadas y contundentes, que anima nuestro ámbito artístico promoviendo nuevos caminos dentro del arte nacional.

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