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Descubriendo Museos
MUSEO YRURTIA
por Daniel Benoit Cassou

por Daniel Benoit Cassou
por Daniel Benoit Cassou

Artista, periodista y escritor

Biografía

Rogelio Yrurtia es uno de los escultores con mayor cantidad de obras diseminadas en espacios públicos en Buenos Aires, sin embargo luego de más de setenta años de su fallecimiento, continua ocupándose de no ser olvidado.
La historia lo cataloga como el mejor escultor argentino del siglo XX.

Nació en Buenos Aires en 1879, ingresando al oficio de la escultura a sus 19 años.
Su gran destreza manual lo llevó a París donde se formó en la Academia Julian, sede muy concurrida por nuestros artistas.
Alternó con la vanguardia, cómo era Pablo Picasso, con quien forjó una amistad.
Picasso le obsequió una pintura que está exhibida en su casa museo, pero no se la quiso firmar a pesar de la insistencia del escultor.
Algo usual en el malagueño, quien aplicaba lo mismo en sus mujeres, a quienes no les firmaba las obras que les obsequiaba, para que no pudieran independizarse de él económicamente, así continuar controlándolas a su lado.
En el caso de Yrurtia, quien sabe las razones, pero sin dudas que siempre en Picasso prevalecía el dinero.

Luego de haber residido cuatro años en Europa, Yrurtia regresa a su país donde continúa con su carrera.

Ya con 39 años, concurre al taller de Lucio Correa Morales quien luego será su suegro, luego de haberse divorciado de su primera esposa.

Entre sus obras destaca Canto al trabajo, finalizada en 1927, que introduce a la escultura en el modernismo.
También El poeta ante el dolor humano y el monumento a Bernardino Rivadavia, ministro de Gobierno y Relaciones exteriores durante el gobierno de Martín Rodríguez, son formidables.

Entre 1890 y 1940, Buenos Aires se convirtió en un verdadero museo de esculturas a cielo abierto con obras provenientes de todos lados, e Yrurtia forma a parte del elenco.

Será su esposa Lía Correa Morales (Buenos Aires, 1873-1975), una destacada pintora y escultora de la época, quien se ocupa de respaldar y difundir la obra de su marido.
Cuando Yrurtia fallece en 1950, será ella quien se ocupará de convertir la casa en un museo.

Al ingresar en la que fuera su residencia, nos trasladamos a su tiempo.
Es indudable relacionar su obra con la de Auguste Rodin (París, 1840-1917), mismo así su casa que nos recuerda el museo del escultor en París.

Las casas de época de Belgrano tienen un aire especial donde el remanso del barrio facilitan su apreciación.
Visitar la casa de Yrurtia es un buena opción para acercarnos a su obra, así como también al barrio museo, que en algunas partes se convierte esta zona.

La gestualidad y los tamaños de algunas obras de Yrurtia nos empequeñecen en todo sentido.

La presencia de su esposa está en cada rincón y en cada detalle de las salas. Sus pinturas son también dignas de admiración.
Sin dudas que funcionaron bien como dupla comprometida con el arte de la época.

Agradezco la atención que me brindó Jimena, funcionaria de allí, facilitándome información del lugar.

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