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¿Se prostituye el arte?

Hace años en los primeros años de bellas artes teníamos largas charlas con compañeros, una que siempre me gusto llevar a la mesa era una frase de mi amigo Ricardo Botana, el decía:

la publicidad es el arte prostituido…

Primero nos tenemos que preguntar que sería prostituir nuestro arte, obviamente es una metafora para llevar un tema a un punto de reflexión, un amigo decía prefiero prostituir mi arte y vivir de lo que me gusta a prostituirme todo el día manjeando (ya que era su trabajo en esa epoca).

Saliendo del momento del recuerdo, entremos en el tema.

¿Somos profesionales?

Una cosa que debemos entender si queremos ser profesionales en nuestro arte, asumiendo que no somos Pablo Picasso, es que podriamos estar ofreciendo nuestro talento para un fin en particular. Pongamos como ejemplo el caso de un fotografó, generalmente se solicita su servicio para destacar un producto, una obra o captar en una imagen el concepto que otro artista quiere transmitir

El caso de un diseñador puede ser mucho más claro, ya que se lo contrata para promocionar o transmitir una idea y un concepto de forma visual.

¿Quien debe comunicar?

Muchas veces nos enamoramos de nuestro proceso y el pienso que le pusimos a la obra, pero hay que entender que nosotros en la interna conocemos la historia que hay detrás del trabajo y seguramente sea innegable la calidad con que lo hicimos.  Pero hay que saber aceptar que el cliente puede querer comunicar algo de una forma que entiende va a llegar a su objetivo.

Cuando pasa eso, debemos dar lo mejor de nosotros, en el rubro que sea y concretar esa idea de la mejor manera. Lo peor que puede pasar es que para el público al que buscamos llegar, seguramente solo sea «una más del montón».  En eso debemos dejar el ego y entender que no necesariamente todos los trabajos deban ser para premios.

También tomemos en cuenta que en este caso la protagonista del proyecto es tu música y que quizás se está dejando de lado la idea que sustenta tu proyecto.

¿Que busca un cliente?

Por otra parte, no creo que en las plataformas digitales en donde se difunden estos contenidos, mucha gente se ponga a investigar sobre el proceso que hay detrás en la realización del arte de tapa.  Quizás la mayoría ponga play y a otra cosa…

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