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JUAN DEL BALSO
por Daniel Benoit Cassou

por Daniel Benoit Cassou
por Daniel Benoit Cassou

Artista, periodista y escritor

Biografía

Juan Del Balso es un artista mendocino, nacido en 1978.

Luego de haber vivido seis años en Florencia hasta el 2011, donde recibió influencia del arte clásico, y después de un período que le trajo de regreso a Mendoza, se radicó junto su numerosa familia en Punta del Este, donde viven desde hace un par de años.

Desde muy chico supo que el arte lo acompañaría durante su vida errante, estuviera donde fuera. De niño le gustaba dibujar, pintar y expresarse con plasticina.

Con formación autodidacta y con una buena comunicación consigo mismo atento a su interior, Juan se manifiesta tanto en pintura, dibujo, escultura o lo que le permita satisfacer su afán artístico que no cesa.

No para de ejercitar su creatividad que va desde meros ejercicios a series que le ocupan largos períodos de tiempo.

La factura de sus trabajos, se debe a un orden antiguo que le es dictado por su alma y que con atino contemporáneo, Juan logra combinar y transmitir.

Sus escenarios son relatos super poblados por antiguos personajes y algunos actuales, con diversos orígenes, dictados por una necesidad extrema de manifestación que le obligan a expresarse.

En algunos casos el motivo disparador son manchas aleatorias, como realizaban los surrealistas, que luego va poblando con sus diversos elementos.

En sus ámbitos no faltan personas ataviadas de ropaje antiguo, de tenor religioso, en algunos casos católicos y en otros casos de religiones previas al Nuevo Testamento.

Dal Balso no se define como católico, sin embargo en sus obras son recurrentes la presencia de la Sagrada Familia, de Jesucristo en todas sus etapas de vida, de la Virgen María, así como de varios apóstoles, situaciones que en algunos casos le sorprenden a él mismo luego de haberlos realizado.

Esa mezcla desordenada conduce al espectador hacia un recorrido en el cual vamos reconociendo elementos y personajes casi a modo de la serie de libros “Encuentra a Wally” y en otros casos simplemente nos dejamos envolver por el misticismo ecléctico de los mismos.

Pero hay una clara diferencia entre ese mundo caótico interno dictado por su alma antigua, y la realidad actual donde Del Balso nunca corta el vínculo, lo que lleva a sus obras a transitar dentro del arte contemporáneo creando vínculos, relaciones entre ambos escenarios.

Sus obras relatos, en algunas ocasiones, tienen una reminiscencia a las series de José Gurvich, pobladas por sus personajes de los kibutz.

Su escultura por el contrario es de líneas simples, en algunos casos solamente de lectura frontal a modo de bajorrelieves, pero también diversas, pasando de la línea recta, a obras curvas de exquisita sensibilidad que invitan al tacto.

Más allá de que aprecia que sus obras se consustancien con el espectador, Del Balso no crea para los demás. Sus obras remiten a su mundo caótico interior que muchas veces lo sorprenden a sí mismo donde no siempre encuentra una explicación.

Crear es su esencia de vida.

Trabaja con madera, hierro, arcilla, piedra, y seguramente que a falta de estos materiales, se expresaría con el material que tuviera a mano.

Ha trabajado en joyería, como restaurador, creando muebles y hasta fue pintor de paredes, siempre guiado por la necesidad de expresar su mandato interno que también lo ha llevado a incursionar en la música, elemento que también se percibe en sus dibujos con cierta sonoridad.

Y ese cúmulo de experiencia y de caminos recorridos, es lo que el espectador percibe cuando se enfrenta a la obra de Del Balso de variado tenor.

Juan Del Balso ha realizado exposiciones tanto en Argentina, Uruguay, también en escenarios en Europa y Estados Unidos.

Es de esperar que nuestro ámbito artístico lo reciba y reciba como se merece.

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