Por Alfredo Civitico Proyecto ArteFeria se llevó a cabo en la ciudad de Montevideo del…
Necesarios Mecenas MÉXICO
Dentro del enfoque analítico en “Necesarios Mecenas”, esta semana abordamos una selección de coleccionistas mexicanos.
México DF, se ha convertido desde hace poco tiempo en un polo de atracción del coleccionismo internacional.
Dentro de los 200 coleccionistas de arte contemporáneo mas importantes del mundo en 2022, ocho fueron mexicanos.
Los museos Soumaya, así como el Museo Jumex, ambos vecinos en el barrio Polanco del DF, tienen bastante que ver con ello, sumado a la feria de arte Zona MACO, que funciona en la capital desde 2004 y que se ha convertido en uno de las mas demandadas junto con la de Bogotá.
Los perfiles de los coleccionistas Carlos Slim y Eugenio Lopez Alonso, no pueden ser mas antagónicos.
Ambos empresarios de éxito, multimillonarios, han conformado sus acervos siguiendo diferentes criterios.
Carlos Slim (MDF, 1940), quien ha sido considerado como el hombre mas rico del planeta durante cuatro años seguidos desde 2010 hasta el 2013, ha conformado una acumulación de obras que atosiga y que no ha contado con un criterio selectivo.
Se trata de una colección de obras de 30 siglos, lo que lo posiciona entre los diez mayores acervos del mundo, y que ha ido adquiriendo durante mas de tres décadas.
También esta integrada por colecciones completas, que ha adquirido como la de Guillermo Tovar de Teresa (MDF, 1956-2013) o la donada por la coleccionista Marysole Wörner Baz (MDF, 1936-2014).
Su colecciones, especie de Victoria & Albert Museum, incluyen numismática, piezas virreinales, antiguos maestros europeos incluyendo las dos únicas pinturas de Vincent van Gogh de Latinoamérica, maestros novohispanos, la obra completa del poeta Jalil Gibran, entre otros rubros que Slim va adquiriendo con el afán acumulativo el cual denota claramente su riqueza económica.
En 2011 abrió las puertas el Museo Soumaya, nombre en honor su fallecida esposa, que lo lleva a ser considerado como el “Taj Mahal mexicano”.
Fue diseñado por quien fuera uno de sus yernos, el arquitecto Fernando Romero (MDF, 1971), bajo una forma de vaso estrujado y contorsionado, que se ha ligado los motes de “florero”, “licuadora” y “boing apachurrado”.
Con una capacidad expositiva de 22 mil metros cuadrados y cubierto por 16 mil mosaicos hexagonales, Slim presenta parte de su gran colección compuesta por mas de 70 mil piezas, algunas de las cuales va rotando, considerando obras del siglo XV al XXI.
Allí alberga la colección de obras mas numerosa de Auguste Rodin fuera del museo homónimo de París, así como la última obra que realizara Diego Rivera, el mural titulado “Rio Juchitán”, de casi 27 metros de largo con imágenes hechas con anverso y reverso, que yergue en medio del lobby del museo.
También destaca la pintura “Naturaleza muerta», que Rufino Tamayo realizara en 1956, vecina del mural de Rivera.
Al Soumaya, que sigue el criterio del Museo Louvre de Abu Dhabi, no le falta nada y todo lo que se le cruza a Slim, lo adquiere. Su museo, aunque no sigue un criterio pedagógico y donde no se reconocen estilos ni orden cronológico, apela a la provocación espiritual del visitante.
Permite un recorrido por gran parte del arte europeo en tierras americanas.
Por su lado Eugenio López Alonso (MDF, 1968), ha aplicado un criterio mas selectivo a la hora de conformar su acervo.
Luego de varios años de coleccionismo que arrancó en su adolescencia, en 2013 López Alonso inauguró el Museo Jumex frente al Soumaya, un desafío nada fácil, en virtud de la espectacularidad de su vecino.
Fue diseñado por David Chipperfield (Londres, 1953), quien este año fue galardonado con el Premio Pritzker.
El arquitecto logró con unas salas de mucho menos cantidad de metros expositivos, (1.600 m2), una convocatoria del público a través de espacios semi abiertos que dan al parque, donde la gente ingresa casi sin darse cuenta.
Luego de un período de crisis y problemas que amenazaron con el cierre del museo, y bajo la dirección del ingles Kit Hammonds (Sheffield, 1975), han encontrado su rumbo posicionándose en el ámbito museístico internacional.
El nivel de exposiciones llevadas a cabo, distan de la acumulación narrativa del Soumaya y siempre están trazando vínculos entre artistas locales e internacionales.
Mas allá de las diferencias entre ambos museos, entre calidad y modos expositivos, los dos son de visita obligatoria para los interesados en arte que lleguen a México.
Por otro lado, el matrimonio de empresarios del Grupo Coppel conformado por Isabel y Agustín Coppel (Culiacán, 1961), apuntan a otro estilo expositivo con un discurso mas analítico a la hora de presentar la selección de sus obras.
Para comenzar no les interesa tener museo alguno y sus obras se visitan por internet con previa acreditación.
Sus exposiciones han dado cuenta de sus posturas de vanguardia, donde el matrimonio lleva a cabo propuestas de carácter analítico, buscando el acercamiento entre las culturas colonizadas y las colonizadoras.
“Punto de partida”, llevada a cabo en la Fundacion Banco Santander de Madrid en 2017, apeló a una visión renovadora de lo que significa el mestizaje, partiendo de México donde lo indígena, lo criollo, la tradición, la modernidad, lo cristiano y lo azteca, se mezclan de forma intercambiable, el cual se extrapola al mundo entero reflejando la complejidad actual del país, según explicaron sus curadores Magnolia de la Garza y Patrick Charpenel.
Los Coppel, conscientes del poder de los museos centroeuropeos los cuales dentro de sus discursos establecen un orden geopolítico, intentan llevar a cabo distintas posturas mas alineadas a los nuevos tiempos donde todos tenemos un papel de importancia independientemente del país de origen de cada uno.
Como punto de partida para su colecciones han adquirido obras de Joseph Beuys (Krefeld, 1921-1986), quien utilizaba el pizarrón no para enseñar sino para intercambiar opiniones.
También la obra de Lucio Fontana ( 1899-1968), les ha servido a estos coleccionistas, quienes buscan el modo de romper con la larga tradición espacial pictórica que el rosarino también perseguía busca rajando sus lienzos.