Por Alfredo Civitico Proyecto ArteFeria se llevó a cabo en la ciudad de Montevideo del…
Recorriendo Exposiciones CÉSAR PARTERNOSTO
La ágil vorágine esteña, ávida de luces y de esplendorosas obras de arte, ha pasado casi que por alto una de las más contundentes exposiciones de arte.
Galería de las Misiones trabaja dentro de su línea desde su inauguración en Montevideo en 1990 y desde ese momento permanece fiel a su estilo, enfocado al constructivismo de Joaquín Torres García y la Escuela del Sur.
En 2004 abren una sede en Punta del Este y en 2007, atentos al ámbito de sus clientes, se mudan para un local construido especialmente en José Ignacio, con espacios muy amplios y generosos.
Visitar la galería es un remanso que regocija el alma. Generalmente está atendido por el gerente de la firma, Mathias Ammann, quien con su exquisita formación y experiencia, convierte la visita en una nutritiva charla.
Luego del fallecimiento de su fundador Alberto Pedronzo, los locales también con sede en Madrid y Miami, están manejados por sus hijos Pablo e Ignacio.
La galería fiel a su estilo, nos da la posibilidad de recorrer obras de varios artistas conocidos como los hermanos Páez Vilaró, Miguel Ángel Pareja, Carmelo Arden Quin, María Freire, José Costigliolo, Julio Alpuy y otros alumnos del Taller Torres, entre otros así también artistas actuales como son los casos de Ricardo Pascale y Pablo Atchugarry.
La premura del tiempo, allí no tiene lugar. Todo es muy pausado, reflexivo y cada muestra está acompañada por extraordinarios catálogos, habiendo publicado mas de 40, así como varios libros de arte.
También atentos a los nuevos formatos de venta, los Pedronzo fueron los pioneros en presentar una exposición de obras nacionales e internacionales en formato NFT (Non fungible tokens), donde las obras fueron exhibidas en grandes dispositivos colgados en las paredes del local.
En 2015 participaron en la feria Este Arte, pero encontraron que el ámbito no se ajustaba a sus necesidades, sin embargo participan en varias ferias de nivel internacional incluyendo Arco de Madrid y Lisboa, y ArtBo de Colombia, ambas de destacado prestigio, por solo nombrar algunas.
En esta temporada 2023, la galeria escogió a uno de los más destacados artistas vivos argentinos como es el caso de César Parternosto.
Paternosto nació en La Plata, Argentina en 1931, pero desde 1968 reside con su familia en el exterior, primero en New York donde obtuvo varias becas, y desde 2004 en Segovia, España.
Sin embargo el artista fiel a su país de origen, lo visita asiduamente y se ocupa de participar en constantes exposiciones.
El uso en sus obras de los colores que conforman su equipo de futbol, Estudiantes de la Plata, rojas y blancas, dan cuenta del afecto que le profesa a su país.
Hablar de Paternosto nos lleva a un relacionamiento directo con la obra desarrollada por Joaquín Torres García cuando vivió en París, quien estuvo influenciado por Theo van Doesburg y Pier Mondrian, quienes nutrieron mucho la obras de Paternosto. También Paul Klee ha tenido una gran influencia en su obra, de la misma forma que una muestra del Grupo MADI llevada a cabo en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, le causó un gran impacto en sus reflexiones artísticas.
Asimismo el uso de colores brillantes y vibrantes que Paternosto utiliza, lo vinculan a la obra del minimalista Donald Judd.
Al inicio de su carrera, Paternosto se dejó seducir por el informalismo de Antonio Tápies a raíz de una muestra del catalán en Buenos Aires, y junto con Alejandro Puente integró el Grupo Sí, en su ciudad natal llegando a realizar su primera exposición en la galería Rubbers en Buenos Aires.
Luego de haberse trasladado de La Plata, a Buenos Aires formó parte de la generación del Instituto Di Tella.
Desde 1966 en que comienza a frecuentar el Di Tella, su cabeza creativa comienza a cambiar.
No pasó mucho tiempo en que influenciado por la colección precolombina del Museo de Ciencias Naturales de La Plata, así como por los poemas del peruano su tocayo César Vallejo, se inclina a trabajar en formas geométricas.
La constante premisa de Torres García, quien a su regreso a Montevideo en 1934, incitaba a los artistas a regresar a sus orígenes, condujo a Paternosto a un viaje que lleva a cabo en 1977, donde indaga y busca fuentes de inspiración en culturas ancestrales como las provenientes de las regiones andinas del norte de Argentina, Perú y Bolivia, que a través de los tejidos y las tallas en piedra, le guiaron en el desarrollo de sus obras.
Los muros incas y los textiles ancestrales fueron de una gran influencia en sus nuevas propuestas.
A partir de esos acercamientos y hallazgos, se comenzó a apasionar por las líneas abstractas que fue complementado con el constructivismo europeo con artistas como Pablo Picasso, que se inspiraba en las formas amerindias.
Fue a partir de una premiación que recibiera en la Bienal de Córdoba en 1966, donde lo descubrió Alfredo Barr Jr., lo que le llevara a pensar en mudarse a New York.
La obra premiada, un díptico llamado Duino, fue adquirido por Barr y hoy forma parte de la colección del MoMA.
Asimismo otra obra perteneciente a Patricia Phelps de Cisneros, titulada The Hidden Order, 1972, también forma parte del acervo del MoMA, a partir de la donación que la coleccionista realizó al museo en 2018.
New York lo sedujo a partir del minimalismo, el pop art , el expresionismo abstracto y el Hard Edge, corrientes reinantes en esos años, lo que le indujo a comenzar a borrar la imagen frontal de sus cuadros e irse hacia los bordes, aspecto que aun hoy día caracteriza sus obras.
Convencido de que que ya no había nada mas que hacer al frente de los cuadros, Partenosto comenzó a proponer una mirada sesgada, donde los factores espirituales, lúdicos y el aspecto musical, también formaban parte de las mismas. De esta manera, el artista encamina sus obras, buscando provocar a los espectadores en nuevos hallazgos provenientes de las ideas que los mismos debían de aportar para completar las pinturas.
Es así que provocado por esta idea de carácter filosófico, algo que lo relaciona con los lienzos tajeados de Lucio Fontana, quien también incita a una mirada interior, Paternosto comienza en 1969 a elaborar una serie de obras donde a simple vista, el frente de las mismas blancas y uniformes, no revelaban imágenes algunas, y comienza a pintar solamente los anchos bordes de los bastidores, enfatizando el carácter tridimensional de la pintura.
A esta serie la denomina “visión oblicua”, donde el vacío no existe, porque el mismo genera una continuación de la obra, tal cual lo propusiera Henry Moore en sus esculturas.
El vacío nunca es tal, pues se llena con lo que no está.
De esta manera, Paternosto convierte a las pinturas realizadas sobre bastidores, en meras esculturas que deben de ser recorridas por las miradas desde todos los ángulos de los espectadores.
Esta iniciativa fue considerada por el crítico argentino Ricardo Martín-Crosa, como un abandono de la pintura.
Parternosto ha publicado varios libros como «Piedra Abstracta. La escultura inca: una visión contemporánea” que presentó en 1989 y “La irrupción del otro. La abstracción en la modernidad tardía” que publicó en 2020.
En 2004, el artista realiza una muestra en Segovia en el Museo de Arte Contemporáneo Esteban Vicente, donde el destacado crítico Fernando Calvo Serralel, publica una nota bajo el titulo “El canto de la luz” que vale la pena leer.
Desde 2010 la estación Atocha de Madrid alberga una obra suya, a partir de una invitación que recibiera de los arquitectos Rafael Moneo y Pedro Elcuaz.
En la escultura, los colores van desapareciendo a medida que el viajero se va desplazando por la sala.
En 2017 Patrenosto fue invitado a exponer en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid, donde el solo hecho de saber que sus obras iban a estar colgadas junto a otras de artistas referentes para él como Picasso, Juan Gris, Mondrian o Torres García, no lo hicieron dudar un solo instante.
Titulada “Hacia una mirada objetual”, sus obras establecieron un diálogo con las obras del museo, referentes para el artista.
En 2018 y a sus 87 años, el director del Museo de Bellas Artes de Buenos Aires, Andrés Duprat, lo invita a exponer para lo cual lleva a cabo una retrospectiva compuesta por cuarenta piezas compuestas por sus pinturas bajo el concepto de “visión oblicua”.
Allí, Duprat le propone realizar una obra “site-specific” en la sala 40, un espacio que prácticamente es un cubo, ideal para su propuesta.
En ella, Paternosto se luce de forma magistral con “Deconstrucción pictórica” que resume la pintura objeto del artista a través de notas pictóricas compuestas por bandas y planos amarillo, rojo cadmio claro, blancos y negros.
Galería de las Misiones está llevando a cabo actualmente, la muestra titulada “La Ex-céntrica transición a la escultura” bajo la coordinación de Sebastián Barradeguy y la curadora de Elisa Pérez Bucchelli.
Estas esculturas de visión frontal y lateral, obviamente, obligan al espectador a un recorrido de 180 grados descubriendo nuevos enfoques de las mismas, dependiendo del ángulo con que se les mire.
Son una síntesis de todo lo propuesto por Paternosto durante su carrera.
La exhibición fue originada a partir de una vista que le realizaran al artista los hermanos Pedronzo en 2022.
Es un gran golpe de suerte para el público uruguayo, contar con la presencia de los dos mas grandes artistas argentinos vivos como es su caso y el de Julio Le Parc presten en MACA. Visitas, por cierto, de carácter obligatorio.