@bypaula_arte Paula Lammertyn, una artista nacida en Santa Fe, Argentina, ha cultivado su trayectoria en…
Recorriendo Exposiciones LA CHOLA POBLETE
por Daniel Benoit Cassou
La Chola Poblete (Guaymallén, 1989), es una artista trans argentina y su discurso artístico parte desde su militancia.
Representada por Pasto Galería de Buenos Aires, su obra se ha difundido tanto en ferias locales como internacionales.
En Argentina expuso en 2022 en el Museo de Arte Moderno, la muestra titulada “Ejercicios del llanto”, momento en el que tomé conocimiento de su obra.
Fue realizada bajo la curaduría de Victoria Noorthoon, directora de dicho museo, uno de los más importantes de Buenos Aires, momento en que publiqué una nota al respecto.
Participó en la feria Arco de Madrid, donde la reina Leticia se interesó por su obra.
Actualmente está exponiendo en Palais Populaire, en Berlín donde fue nombrada como “Artista del año”, 2023 por los consejeros del Deutsche Bank conformado por Hou Hanru y Udo Kittelmann (Museo Friedeler Burda), quienes han colaborado en esta muestra junto con Noorthoon.
Dicho reconocimiento implica la realización de una exposición, un catálogo así como adquisiciones para la colección corporativa.
Me acerqué al espacio exclusivamente para ver su exposición la cual impacta tanto por la puesta en escena, como por el contenido discursivo.
Se trata de su segunda muestra individual en Europa, habiendo realizado la anterior en Lisboa en mayo de este año.
También ha participado en 2022 en una exposición colectiva en el prestigioso Centro Internacional das Artes José de Guimarães en Portugal.
Las obras de La Chola Poblete consisten en provocar una mirada diferente en relación al análisis de ciertos tópicos asimilados por la sociedad a partir de la colonizacion sudamericana, considerando la religión, la inquisición, así como las repercusiones del capitalismo imperante hasta nuestros días.
La Chola trabaja pintando a la vez que realiza performances bajo una postura activista de los derechos LGBTQ y trans.
También sus obras hacen alusión a varios pueblos indígenas que han sido borrados de la faz de la tierra por los colonizadores y con posterioridad por el avasallante capitalismo
Se vale de varios recursos donde destacan grandes láminas conformadas por dibujos realizados en acuarela a modo de graffitti, compuestos por un enjambre de imágenes que hay que ir descubriendo.
Allí está la Iglesia, la Virgen María, representada en sus dos advocaciones locales de Mendoza como son la Virgen del Carmen de Cuyo y la Virgen de la Carrodilla, que mezcla con elementos populares y cotidianos de su Guaymallén de origen.
De esa forma, partiendo de una temática local, la Chola logra trascender a un lenguaje internacional.
La muestra comienza con una sala donde solamente hay una máscara realizada en pan, colgada en medio de la pared.
Desde el vamos, La Chola nos intimida con la idea de los distintos roles con los cuales nos construimos bajo cada máscara que escogemos para desenvolvernos socialmente.
En sus imágenes, cómo n algunas fotografías intervenidas, se presenta como adolescente indígena no binaria.
Su obra de carácter llamativo es a la vez tan bella como denunciativa y en algunos casos puede lograr la incomodidad de algunos espectadores, razón por la cual el espacio lo aclara.
Su obra es belleza y crueldad al mismo tiempo.
A medida que nos vamos acercando a sus enigmáticos trabajos vamos descubriendo los pormenores de sus propuestas.
No tiene filtro alguno de enseñarse desnudo con genitales masculinos a la vez que compone una pose dedicada a amamantar con su pecho a un bebé, haciendo alusión a la Virgen de la leche con su seno amamantando al Niño Jesús, a la vez que hace referencia a un ícono pop.
Algunas esculturas están realizadas con harina de pan, lo que provoca una postura devoradora deglutida, a la vez que tenemos presente al trigo alimento básico de ciertos pueblos.
El pan está asociado no solo a lo comestible sino también al calor necesario para su cocción.
La muestra Comisariada por Britta Färber, Directora Global de Arte y Cultura de Deutsche Bank, se vale acertadamente de paredes pintadas de colores brillantes.
Hay una sala roja donde en el centro yace una persona atravesada por formas fálicas y otras, que emergen de su torso, realizada toda en pan. Otra amarilla, donde el personaje representado por ella misma también en pan, está atravesada por lanzas y se encuentra rodeada de papas en forma de las conocidas “papas chips”.
Otro aspecto de esta muestra son las intervenciones en el piso con las líneas de Nazca, que La Chola realiza frente a algunas de sus obras colgadas sobre las paredes.
De esta forma, La Chola Poblete nos coloca en una posición aérea llegando al punto de provocar una comparación entre esas obras milenarias con la cultura latinoamericana o indígena de hoy día, ambas incomprensibles.
Varios otros detalles conforman sus piezas que la artista nos invita a descubrir.
“Quiero ser todo lo que quiero ser y nada de lo que me dicen que soy”, dice en un texto que también se complementa con una tela blanca escrita en letras negras con forma desgarradoras, donde ha escrito: “soy un cuerpo no deseado, pero acá estoy”, lo que resume también de cierta forma parte de su discurso.
La muestra no ha podido encontrar mejor escenario que el europeo, para deconstruir un discurso narrativo histórico que nos continúa definiendo, como países colonizados que somos, mal que nos pese.