por Daniel Benoit Cassou Artista, periodista y escritor Biografía Ha sido muy acertado para nuestro…
Recorriendo exposiciones Lucien Freud
NEW PERSPECTIVES
por Daniel Benoit Cassou
Octubre ha sido un mes muy vigoroso para Londres en materia de exposiciones de arte.
El acérrimo premio contrario al Premio Turner, como es el British Petroleum Portrait Award (BP), este año no ha podido celebrar su edición.
El BP apela a recuperar la mano del artista expresada en el soporte tradicional del lienzo, en una lucha cuerpo a cuerpo para que ese estilo no se pierda.
Se celebra en las salas del National Portrait Gallery de Londres, pero este año debido a las reformas del museo, no lo podrán acoger.
Sus organizadores no están de acuerdo con la promoción liberalista del Premio Turner e inclusive han llegado a realizar denuncias incriminatorias contras sus organizadores.
Mientras tanto, la ciudad conmemora el centenario del nacimiento de su hijo adoptivo, Lucien Freud, con una revisión de sus obras realizadas durante siete décadas.
Esta exposición fuera de serie, está siendo llevada a acabo desde el 01 de octubre en las salas de la National Gallery.
Está conformada por obras que provienen tanto de museos como de colecciones privadas de todo el mundo.
Para Freud, la National Gallery fue un ámbito muy importante y provechoso pues era allí que iba a aprender de grandes artistas como Durero, Rafael o Rembrandt.
“Uso la galería como si fuera un médico. Vengo en busca de ideas y de ayuda. Mirar a los pintores del pasado para aprender a pintar el presente”, dijo Freud en una nota.
Lucien Freud nació en en 1922, llegando a Londres de la mano de su familia con 11 años, huyendo del ejercito nazi en 1933, obteniendo la ciudadanía inglesa en 1939.
Era nieto del “padre del psicoanálisis” Sigmund Freud (1856-1939) a quien conoció muy poco, puesto que su abuelo recién pudo huir de Viena en 1938 y con un cáncer de boca muy avanzado, que le causaría la muerte a los pocos meses de haber llegado a Londres.
Nunca escondió su admiración por él de quien gustaba hablar en sus sesiones, pero no como el “padre del psicoanálisis”, sino como naturalista y zoólogo.
Al igual que su abuelo, Lucien era un gran observador de animales y de personas que luego plasmaba en sus retratos. Pero a pesar de que ambos tomaron caminos aparentemente diferentes para sobrevivir, en sus carreras tan distantes hay un punto de encuentro.
Las largas horas de posado que Lucien le imponía a sus retratados para poder pintarlos, se asimilan a las horas de diván de los pacientes de su abuelo.
Ambos tenían el compromiso de auscultar al “paciente” para lograr su cometido.
Comenzaba con “cuéntame sobre tu infancia” y era un terapeuta total.
Sus clientes aprendían mucho de sí mismos oyendo sus historias.
Lucien Freud fue de los artistas y retratistas más importantes de Inglaterra y del mundo entero del siglo XX, aunque tuvo que esperar hasta cumplir 50 años para ser reconocido.
Debió de luchar contra la crítica especializada en un mundo cada vez más abstracto, cambiante y conceptual.
Se trató de un hombre con una vida bastante desordenada a nivel personal de una forma muy parecida a la que llevó Pablo Picasso, aunque sus obras eran contrariamente opuestas.
Las mujeres que pasaron por su vida tanto esposa como la cantidad de amantes que compartieron su cama, lo asemejan a la vida del malagueño.
Ambos heterosexuales definidos, tuvieron también relaciones con hombres, aunque no oficializadas, sino de tenor circunstancial.
Freud contrajo matrimonio en dos oportunidades. Primero con Kitty Gartman y luego con Caroline Blackwood. Tuvo catorce hijos con seis mujeres diferentes entre más de 500 amantes con que se relacionó, amén de varios abortos.
tuvo nueve hijas entre las cuales se encuentra la diseñadora Bella Freud y la escritora Esther Freud, ambas hijas de la misma madre Bernardine Coverley.
No aceptaba ser casado, aunque lo estuviera, ni judío, aunque lo fuera, ni padre aunque reconociera a todos sus hijos. Se definió como un judío secular, no religioso.
Tenía mucha fuerza vital con la que atraía a las personas hacia él y lograba lo que quería de ellas.
Logró notoriedad principalmente por sus retratos que sacan tanto al retratado como al espectador de la zona de confort.
Los mismos se caracterizan por desnudos carnales, mórbidos y con un efecto a la vez muy potente. El punto de vista en que los capta amén de las poses tan intimistas, inquietan al espectador acostumbrado a retratos mas convencionales,
Su madre fue musa suya desde 1972 hasta que falleció en 1989.
A la hora de pintar se interesaba por captar las marcas del paso del tiempo y no escatimaba kilogramos de pinturas para lograr las pieles que caracterizaron sus pinturas.
Escogía solo a sus amigos que él quería y no trabajaba por encargo, mas allá de que recibió varios.
Si alguien no le gustaba, no lo aceptaba y hasta llegó a dejar retratos sin acabar, ya que no lograba crear el vínculo acorde para tomar de ellos lo que pretendía reflejar en sus telas.
“Pinto gente, no por lo que quisieran ser, sino por lo que son”
Sus retratados posaban hasta diez horas frente suyo durante varios días. Mientras tanto le gustaba hablarles pues quería adentrarse a la personalidad de los mismos y conocerlos observando fundamentalmente cómo movían sus ojos y bocas.
Freud una persona muy reservada, extremadamente privada y cautelosa, lo que le obligaba a trabajar en un entrono muy privado.
Sus retratos son piezas únicas, catalogados como trofeos de caza de animales disecados.
Su interés en los desnudos radicaba en la atención que les ponía a las pieles desnudas como animales.
A sus desnudos les llamaba “naked portraits”.
Pero no solo pintó desnudos y no todos sus desnudos son sus mejores cuadros, pero fue en la desnudez, donde su carrera encontró eso que los críticos describen como “sesgo característico” y “lenguaje particular”.
¿Qué hay en la piel desnuda, revelación, pornografía, provocación, venganza, sensualidad, realismo, pudor, intimidad, eros?, son algunas de las preguntas que suscitan la mente del espectador.
“La finalidad de un buen retrato , no es mostrar a la persona tal como se ve sino tal como es. El artista que solo trata de servir a la naturaleza es solo un artista ejecutivo”. Lucien Freud.
Trabajaba los 365 días del año y realizaba cuatro o cinco obras a la vez. Comenzaba a las 7 AM y luego de almorzar y de sestear retomaba sus pinturas recién a las 18 PM, trabajando hasta media noche.
Nunca pintaba una obra de día si la había comenzado a la noche y viceversa.
Si no quedaba bien las destruía y comenzaba otra vez.
Muchas veces se metía en la cama con sus retratados, ya fuera buscando sexo o calor en el roce de las pieles.
Era un hombre de agarrarse a los golpes con extraños y metía en su cama tanto conocidas como desconocidas.
Estos detalles y más, los revela uno de sus hagiógrafos como lo fue Geordie Greig en su libro “Breakfast with Lucian”.
Aunque Greig no era uno de sus biógrafos preferidos, solo le permitía acompañarlo los fines de semana en sus desayunos en los cafés de Nothing Hill y nunca lo retrató.
Le gustaba saltar de un extremo al otro en la escala social, de duques a basureros pasando por la reina Elizabeth II quien posó para un retrato realizado entre 1999 y 2001, el cual ha sido el primer préstamo oficial que realiza el rey Jorge VI a través de la Colección Real.
La Reina solo quiso que le pintara la cara.
Las citas fueron en el palacio St James y necesitó de diecinueve sesiones. Le hizo poner una corona que ella escogió, pues fue la joya que salvó a su familia del exterminio nazi a través de la intervención directa del Duque de Kent.
No fue nada halagador con ella, tratando su rostro con la misma dura objetividad a los cuales sometía al resto de sus retratos. No escatimó cargadas y empastadas pinceladas para dejar patente sus arrugas, sus verrugas, su piel avejentada, la boca apretada así como sus ojos tristes, dejando en claro que no era un monarquico sentimental.
En ese sentido se le parece a Diego Velazquez que tampoco fue condescendiente con sus retratados quiene le temían,.
Esta obra de la Reina, integra la nómina entre 65 expuestas en la National Gallery junto con retratos de Francis Bacon, David Hockney y Frank Auerbach.
“Dos hombres”, pintada en 1987, “revela un hombre desnudo, el otro vestido, tendidos en un colchón en el suelo. Los dos están aparentemente dormidos y mirando cada uno hacia un lado. La mano del que esta vestido reposa gentilmente en la pierna del que está desnudo, pero a pesar de la promesa de conexión sexual, ese gesto trasmite ante todo confianza y ternura”, afirma el curador.
Otra obra a destacar es “Dormitorio hotel” 1954, donde realizó un autorretrato junto a quien fuera su segunda esposa Carolina Blackwood, quien angustiada, yace pálidamente muy iluminada sobre la cama. Una obra que lo acerca a los ambientes íntimos del americano Edward Hopper.
David Dawson fue su amigo y asistente durante los últimos 20 años de su vida. Lo retrató ocho veces, también junto a su perro whippet llamado Eli como se aprecia en “Retrato del sabueso” de 2011, proveniente de una colección privada.
Lucien Freud falleció el 20 de julio de 2011 a los 88 años.
Fue una persona que “vivía para pintar y pintó hasta el día de su muerte”
La exposición Lucien Freud: New Perspectives, está curada por Daniel F. Herrmann, Curador de Proyectos Modernos y Contemporáneos de la National Gallery, en colaboración con Paloma Alarcó, Curadora Jefe de Pintura Moderna del Museo Thyssen-Bornemisza.
La muestra se podrá ver hasta el 22 de enero de 2023 y luego viajará al Thyssen en Madrid, donde estaba expuesta a partir del 14 de febrero hasta el 18 de junio de 2023, coincidiendo con la gran serie de exhibiciones homenajes que se realizarán por los 50 años de fallecimiento de Picasso.
Asimismo es coincidente con otra muestra que está realizando la Gagosian Gallery en Londres, conjuntamente con obras de Freud, Francis Bacon, Frank Auerbach, entre otros.