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Recorriendo Exposiciones MARCELO LARROSA

por Daniel Benoit Cassou

Artista, periodista y escritor

Reconozco que más allá de los aportes que Joaquín Torres García (Montevideo, 1874-1949) produjo en todo Latinoamérica desde su regreso de New York y Europa, básicamente Barcelona y París, su espíritu severo e intransigente, no favoreció a muchos artistas uruguayos que estaban transitando por otros caminos donde comenzaban a reconocer características de nuestro país ya fuera los campos, playas así como su gente.

Tampoco Torres García reconoció la destreza y creatividad del Planismo que no fomentó.

Cuando llegó a Montevideo en 1934, Torres García solo reconocía a Montevideo como ciudad portuaria lo que lo unía a Barcelona.

Del exterior regresaba con una gran carga de resentimiento por no haber logrado sus objetivos comerciales, más allá de su sabiduría luego de haber comulgado básicamente con artistas de la vanguardia europea como fueron Piet Mondrian y Theo van Doesburg.

Su rigurosa postura no logró convencer a varios de los artistas instalados en Uruguay, logrando una gran confrontación en algunos casos.

Fue más productivo en Latinoamérica incluyendo los Estados Unidos, que en su propio país.

Mas allá de ello, logró el acercamiento de varios artistas que continuaron su línea y que en algunos casos luego de su fallecimiento tomaron sus propios caminos como fue el caso de Gonzalo Fonseca (Montevideo, 1922 – 1997), quien fuera el más destacado escultor de su época.

El acercamiento de José Gurvich (Lituania, 1927-1974) al Taller Torres García (TTG), le sirvió como sustento de rigor a la hora de crear, pero este también escogió otro camino.

A pesar de cierta resistencia que aún se percibe al día de hoy frente al TTG, aún existen algunos casos aislados de seguidores como es el caso de Larrosa.

Marcelo Larrosa (Montevideo,1971), artista abstracto, se caracteriza por su rigor convencido de su obra.

Se formó en el taller de Julio Alpuy (Cerro Chato, 1919-2009) quien fuera alumno directo de Joaquín Torres García, a la vez que también concurrió a las clases de Anhelo Hernández.

Su casa taller ubicaba sobre la escollera de la Ciudad Vieja de Montevideo, está plagada de obras creadas por él que denotan su ahínco torresgarciano, sin dejarse seducir por otras manifestaciones actuales.

Y es allí en su tezón y consecuencia laboral que radica su fortaleza.

A diferencia de Torres García, Larrosa se desenvuelve dentro de un lenguaje abstracto con el cual pretende llegar a todo el universo.

Actualmente está llevando a cabo una muestra individual titulada “Marinas Geométricas”, acompañada por un texto curatorial del actual director del Museo Torres García, Alejandro Díaz, bisnieto por cierto, del maestro, en el año en que se celebra el 150 aniversario del nacimiento de Torres García.

La muestra ocupa una sala dentro del hermoso Museo Mazzoni en la ciudad de Maldonado.

Está conformada por pinturas, esculturas y trabajos en papel que dan cuenta de una gran sensibilidad de Larrosa, un aspecto que estaría bueno que incursionara con mayor preponderancia.

Asimismo llaman la atención unas esculturas realizadas con planchas de acero oxidadas, que aluden al paso del tiempo el que roee los objetos que integran la diversidad de piezas en los puertos.

Estas esculturas, de tamaños reducidas, fueron colgadas en la pared bajo un criterio convencional, sin embargo lograrían mayor impacto si fueran puestas sobre el suelo y tal vez en tamaños más grandes, por no decir monumentales.

Más allá de las acotaciones que se pueden hacer a esta muestra de tenor convencional, es destacable como Larrrosa insiste con su discurso torresgarciano a la vez que va logrando un lenguaje propio.

La sala es también usada como depósito de sillas, lo que perjudica la propuesta en toda su propuesta, aspecto que el Mazzoni debería de evitar.

La muestra inaugurada el 4 de enero se podrá visitar hasta el 2 febrero de 2024.

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